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martes, 15 de septiembre de 2015

5 quinces del nueve

Ya 5 años... ¡Tanto!...O quizás ¡tan poco! Es curioso lo mucho y poco que me parece a la vez. 

En ocasiones tengo la impresión de que nunca ocurrió, como si no hubiese existido jamás, como si todo lo acontecido en mi vida antes de ese día no fuese mi vida, solo un recuerdo ajeno, lejano y confuso que terminaba cerrando una puerta tan maciza...,tan opaca..., sin mirillas que permitan chusmear. 

Sin embargo otras veces ocurre algo, un sonido, una luz, un olor, algo que la trae de vuelta como un torbellino tan arrollador, que no me da tiempo a recordar que ya no esta y tengo el absurdo reflejo de pensar en llamarla o ir a verla, milésimas de segundo después me siento absurda, desolada... ¡qué coño!... ¿Cómo es posible después de tanto tiempo?...¡O tan poco! 

Después de 5 años sigo echándola de menos, sobre todo en los buenos momentos, esos que hubiese merecido vivir, que tanto la hubiese gustado compartir conmigo, los malos ya me los guardo que ya tuvo los suyos. Sigo necesitándola cuando menos la necesito y sigue haciéndome feliz la idea de parecerme tanto.

Desde que abrió la veda me lo lloro todo, pero también me lo río y si me deja la vida la disfruto, o la meto mano como diría Sabina. Esto lo descubrí después de pensar que nada de "queporbiennovenga" tenía todo aquello. ¡Qué osadía contradecir al refranero! como si no llevase a sus espaldas mas vivencias de las que yo podría tener naciendo 10 veces.

Un año mas asumo que esto es lo que hay, me rebelo ante el olvido, reclamo mi dolor como ancla para el recuerdo y me permito unas lágrimas con la gran fortuna de sentirme rodeada de quienes no dudan en enjugarlas, no está mal como "queporbiennovenga", no?





lunes, 15 de septiembre de 2014

Cuarto 15 de septiembre...

Cuando llegan estas fechas, inevitablemente, me vuelvo taciturna, sobrellevo retorcimiento visceral reconocible, callo de más y me repliego discretamente, para no dar lugar a las preguntas que subsano y evito responder usando el socorrido "será el síndrome post-vacacional" que acompaño con una sonrisa tranquilizadora, y que tan bien me ha venido estos últimos 4 años... en realidad 3, el primero nadie preguntó.
Han pasado ya 4 años. 4 años de sensaciones que han ido mutando y condicionando mi forma de ver el mundo. Es curioso como en nuestra vida casi todo evoluciona hacia estadios que nos sorprenderían, del mismo modo que ocurre con las relaciones personales.
Recuerdo con ternura la nuestra. En principio, claro, basada en el amor por su parte y la necesidad mas básica y absoluta por la mía. Poco a poco pasaría a ser lo mas importante de mi vida, mi guía, mi punto de referencia, justo antes de que yo entrase en esa extraña y beligerante edad que la convirtió en mi mayor enemiga. Qué edad tan fascinante, tonta y afortunadamente pasajera. 
Mi primer momento de madurez nos llevó a la complicidad, a una visión más humana y real de su persona, sin endiosamientos ni odios, fue en ese momento en el que descubrí a la Mujer, al margen de parentescos. Conocí la vida de alguien a quien había mirado siempre como si no supiese, ni remotamente, lo que significaba vivir para sí misma de un modo pleno..., qué afortunadamente equivocada estaba.
Pocos años después cuando menos la necesitaba y mas cerca la quería, se dio ese periodo maravilloso, que duró lo que la naturaleza, rotunda, decidió. Me miraba como una igual, con serenidad y cierto orgullo. Poco a poco dejaba de ser la persona poderosa y reguladora, mostrándome a alguien mas real, tierna y cargada de emociones de mujer similares a las que yo sentía. En ese momento descubrí una profunda admiración hacia la gran mujer que tenía delante de las narices y no había sido capaz de identificar durante tantos años. Era tan afortunada y estaba tan orgullosa que disfruté, lo que el tiempo me concedió, de aquella fascinante mujer que siempre mantuvo su base de nuestra relación en el más desinteresado amor.
Hoy vuelvo a sentir raro, a tragarme las ganas entender en qué consiste esto y procurar aceptar según qué cosas sin más, por mucho que me joda.
Hoy, como cada día, vuelvo a echarte tanto de menos, quizás un poquito mas por ser hoy.
Hoy se me permita estar un poco cabreada con el mundo, ya mañana paso a otro estadio, pero es que hoy me cuesta un poco ver el sol. 


martes, 2 de julio de 2013

No todas las mujeres fingen jaquecas


Hablaba con amigos cuando sintió su presencia justo detrás de ella, a pesar del tiempo transcurrido no necesitó darse la vuelta, sabía que era Él, algo que no podía explicar le generaba una reacción física difícil de ocultar. Era el momento de salir de allí de un modo discreto.

Hubo un tiempo en que se sentía diferente, aquel tiempo en que temerosa de Dios sufría al percibir que algo "raro" debía ocurrir con ella, esas sensaciones y esa necesidad orgánica que aparentemente nadie sentía... Una férrea educación católica y algunas recomendaciones de los mayores sobre las virtudes en la mujer fueron las causantes de que demonizase sensaciones tan maravillosas como naturales e inevitables.
Las mujeres no debían tener esos pensamientos, esos deseos, eso era cosa de hombres. Ellos no podían evitarlo, entre tanto las mujeres gestionaban la desgana como podían con jaquecas y si se daba el caso, miradas a otro lado cuando de incursiones maritales nocturnas se trataba.
Fueron pasando los años, tras una durísima negociación con su conciencia, Dios se retiró de su vida. Heroínas literarias de siglos pasados cargadas de pasión restaron rareza a su deseo y finalmente, Él apareció para demostrar que si aquello era extraño en una mujer...bienaventurada fuese su extrañeza.

Sintió su presencia tan cerca que el aire se hizo más denso, le costaba respirar. Se mordió con fuerza el labio inferior cuando oyó su voz "¿Dejaré algún día de desear besarte?"
Ella se giró, "¡Claro!", contestó con la suficiencia de quien ha superado su necesidad, miraba directa a sus ojos, con media sonrisa para dar más crédito a su mentira.
Él sonrió mirando desde abajo y se acercó para susurrar a su oído "Sé que aun deseas que te bese".

Lo miró con desdén moviendo la cabeza como cuando se desaprueba el acto de un niño, y se dirigió a la puerta.
Solo tenía que llegar a la puerta y salir. Su respiración se entrecortaba y temblaba de un modo difícil de controlar, pero aquella historia de idas y venidas, de gran intensidad para bien y para mal, ya había durado demasiado, más de lo que debió haber permitido, y ninguno de sus episodios acabó bien.
Ahora estaba tranquila, había decidido darse una oportunidad con Paco. Era un buen hombre, atento, amable, la quería y sería un gran compañero. Cruzó la puerta pensando en esto y entonces lo vio, algo faltaba en la lista de calificativos de su relación con Paco. Huyendo de relaciones convulsas buscó la calma a costa de la pasión, una pasión que ni la congoja divina había conseguido mermar años atrás, faltaba aquello que durante tanto tiempo la hizo sentir tan viva.
Paró en seco, "Pero...¿qué estoy haciendo?" No quería locuras descontroladas, pero ella ya sabía lo que era tocar el cielo y no, no era ni sería de las que fingían jaquecas.
Sacó su teléfono y respirando profundo marcó mientras reanudaba lentamente su camino hacia la salida -''Paco! ¿Podemos vernos?.. Tenemos que hablar...''

domingo, 21 de abril de 2013

...,y quién lo sabe?

-Qué es esto?
-A qué te refieres?
-Qué hace que estés aquí?
-Supongo que la certeza de que buscamos lo mismo y que yo soy la persona con quien quieres vivirlo, de momento eso es lo único que puede sostener esto.
-Pero...y cuando me vaya? ya nada justifica que me quede, aparte de algo que empieza de un modo extraño.
-Entonces, poco queda por decir...
-Supongo... porque... qué futuro podríamos esperar?
-No se me da bien pensar en futuro, es algo que me cuesta, se me difumina...
-Qué quieres decir?
-No lo se, en ocasiones, cargando mi vida de cierto drama, y abriendo una brecha al determinismo por destino, he llegado a pensar que igual es porque no tendré futuro, luego lo desecho pues debería replantearme demasiadas cosas sobre la existencia y aparte de pereza me da susto. Además, hace tiempo decidí que no me pega nada el drama.
-Entonces?
-Entonces qué?
-No lo se
-Ya-suspiro- yo tampoco

jueves, 21 de febrero de 2013

Inevitable Barcelona

Han sido mas de una y mas de dos cosillas las que han hecho que, de algún modo, mi vida se haya vinculado repetidamente a esta ciudad, al punto de llegar al fantasear con la idea de pasear por sus calles de vuelta a casa.
Reunía lo que por aquel entonces buscaba: mar, montaña, buena comunicación con mis imprescindibles en Madrid, y aquella persona que me hacía fantasear de ese modo. Dios,lo tenía claro!,  casi tanto como lo claro que él tenía que no quería una relación a distancia, me pregunto cómo denominaba lo que en aquel momento nos unía. Siempre me han hecho gracia los giros extraños y absurdos con que se denomina lo que no quiere llamarse por su nombre,  aunque supongo que en este caso, para el simplemente era nada, que por otro lado siempre es  mejor que no tener un nombre. Me hubiese mudado sin pensarlo sólo con un '' a pesar de...'' de su boca, frase que no llegó nunca,  al igual que nunca llegó por mi parte el reconocimiento de que la distancia no tendría que ser para siempre .
Después todo se complicó demasiado, cambiando las prioridades, lo que era importante pasó a otro plano dejando su espacio a lo inevitable, al final ya era tarde para todo y para todos.
Ya no suspiro de tripas, quizás porque no volví a verlo, pero lo recuerdo con cariño, ese cariño que se siente por quien te hizo feliz y ya no te duele. Así pues, cuando vuelvo a esta ciudad, a la que ya no puedo evitar volver, siento un pellizco de nostalgia por todo lo que me vio sentir, y no puedo por menos que respirar y mantener el aire dentro, unos segundos, para soltarlo despacio y no dejar que escape a mi recuerdo ni un solo momento de los que aquí viví.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Sí no puedes poner distancia...,pon altura

Últimamente, el desaguisado sentimental en que parece haberse convertido mi vida y la de muchas, demasiadas, de las personas que me rodean , tiene un componente extra, motivado por la inevitabilidad. Con esto me refiero a la dificultad de eliminar al /los sujetos de nuestro entorno, lo que entorpece enormemente el proceso de seguir adelante y hace más doloroso el día a día de alguien que no puede compartir su vida con otro alguien a quien desea y sigue viendo, eso cuando no se añade el ver lo bien que ese alguien comparte la suya con otra persona. 
A compartir espacios físicos ( trabajo, amigos...) se ha añadido el amplio espectro de espacios virtuales que dan, si cabe, más información de la que los clásicos entornos facilitaban. De este modo se dificulta la omisión temporal del sujeto en cuestión, tan terapéutica, y de algún modo nos convierte en viejas del visillo que inevitablemente van a saber.
Todo sería tan fácil como eliminar, bloquear o sacar de un modo discreto al individuo en cuestión, pero esto se me antoja descortés...,no me gusta, y en un entorno físico es del todo imposible sin resultar terriblemente grosera.
Así, como decía la sabia madre de una gran amiga, si no podemos poner distancia, habrá que poner altura. Bien pues, procuremos poner altura, pero sobre todo sigamos adelante, porque enamorarse es lo mejor que puede pasarnos, y no debemos perder la oportunidad de hacerlo por alguien que no nos va a elegir.

martes, 29 de enero de 2013

28 de Enero


Hay fechas de las que trato de huir, fingiendo que no me afectan, que se manejarlo con madurez.  O simplemente evito pensar que es una fecha determinada a la que debo de algún modo dar importancia, lo que no veo no existe. Pero mi técnica favorita es montar mi propia realidad paralela, my secret life como cantaría el señor Cohen.  En este caso tengo la técnica más que dominada,  es algo que practico desde mi mas tierna infancia y que me hace sentir cómoda en días como hoy. Puede aplicarse al cualquier circunstancia,  si bien, el deseo y el amor son las más habituales,  en días tristes como hoy, también es efectivo.
No es que esté pirada o tenga episodios de esquizofrenia,  es simplemente que me gusta inventar historias,  pintar del color que más me guste aquellas vidas que no viviré,  quién sabe,  quizás algún día las escriba. Del mismo modo, entro por el mero placer de recordar, aquello que me hizo feliz o que no quiero olvidar y me esfuerzo por detenerme en los detalles.
Hoy,  por tercera vez no te felicito, y no me sirve la madurez,  ni puedo huir de la nostalgia en esta fecha, sin embargo, in my secret life puedo hacerlo, y disfrutar de aquel recuerdo, en el que tanto reías, en el patio,  de noche,  no podíamos parar, ninguno, y los vecinos empezaron al chistar,  dios,  eso fue aun peor. 
Así vierto estas gotas saladas, acompañando la sonrisa de medio lado que se ha instalado en mi cara, un espacio vacío por dentro y algo más de paz al terminar el día.
Te echo tanto de menos!!!

miércoles, 9 de enero de 2013

Cuestión de piel

-Recuerdas el día que nos conocimos?
-¿Perdona? Cariño he perdido la conexión, ¿puedes repetirlo?
Eva sonríe de lado mientras ve como Juan mueve los cables del portátil.
-Digo, que si recuerdas cuando nos conocimos.
-¿Qué pregunta es esa? Claro que lo recuerdo! Fue en aquel bar al que ibas tanto con tus amigas. Yo era la primera vez que iba y en cuanto te vi, supe que me quedaría toda la noche.
-Es lo que dices siempre.
-Es que fue lo que pasó.
-Ya.
-¿Te pasa algo? Espera que pierdo señal
Eva frunció el ceño
-¿Por qué pones esa cara?
-Juan, esto no funciona
-Ya, hoy está raro, dame dos minutos
-No me refiero al portátil, nuestra relación no funciona
-¿Por qué dices eso?
-Yo necesito verte Juan
-Si nos vemos todos los días
-¿A esto le llamas verse? quince minutos de Skype, emails, whatsapp...Juan yo necesito VERTE, necesito tocarte.
-Sabíamos que iba a ser duro.
-También que iba a ser temporal y esto no para de alargarse.
-Es una gran oportunidad Eva, no podía rechazarlo.
-Lo se, Juan,-Eva suspira- lo se...pero..
-Pero ¿qué?
Eva nota como se humedecen sus ojos y baja su voz a apenas un hilo.
-¿Sabes? Ya no recuerdo el día en que nos conocimos
-Claro que lo recuerdas!
-Antes si Juan, todos los días, y te sentía cerca al recordarlo, pero con el tiempo dejé de hacerlo. Del mismo modo que dejé de recordar el olor de tu piel, el tacto de tu pelo y el sabor de tus labios.
-Solo hace tres semanas que no nos vemos.
-Hace meses que me cuesta recordar Juan.
-Espera no te he oído, malditos cables!!!
-Adiós Juan

lunes, 31 de diciembre de 2012

Finiquitando 2012


Bueno, se acaba un año interesante, con muchas alegrías, alguna que otra pena, estreses, cambios, re-estructuraciones... Ha sido un año duro, de revelaciones extrañas, supongo que peco de inmadurez para asimilar e incluso mirar ciertas cosas y eso hace que entienda a destiempo.
Sin embargo, en ocasiones, tengo la impresión de acabarlo del mismo modo que acabé el anterior...se que no es así pero es lo que percibo. Es curioso, porque si lo analizo con calma, veo todo lo que ha pasado por mi vida en solo 12 meses y recuerdo situaciones, personas que han ido y venido, los que se han quedado, los sitios que he visto, los que he repetido, situaciones graciosas, violentas, absurdas, románticas, sórdidas, divertidas, entrañables, tristes, felices...
Hoy he leído bloggeando por ahí que la vida no es una carrera de velocidad, si no de resistencia, parece obvio no?, pues aquí sigo yo corriendo lo mas rápido posible para evitar enfrentarme con situaciones que me obliguen a resistir.
Propósitos para 2013, dejar de fumar, quitarme esos kg que se acumulan sin piedad en estas fechas para los tragoncetes como yo y sobre todo, mirar sin miedo y resistir sin pereza. Porque aunque, como este blogger decía, actuar con madurez a veces es aburrido, me esforzaré con mi espíritu epicúreo en demostrar que no tiene por qué ser así.

Solo me queda desear un gran año para todos, el primero de muchos grandes años y agradecer que me siga rodeando y me haya elegido gente tan maravillosa que me hace sentir tan especial y afortunada, solo espero poder estar a la altura y saber responder como merecen.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Esto no es un ensayo general, señores....

Siempre he tenido debilidad por el señor Wilde, por su manera de escribir, irónico, transgresor, mordaz, locuaz....pero es sin duda esta frase la que mas le agradezco y me esfuerzo en recordar, quizás porque, en ocasiones, no soy consciente de lo efímero de los momentos o de la importancia de tomar decisiones acertadas.
Ya llevo tiempo trabajando esto, ser consciente de los buenos momentos para que sean mejores que su recuerdo. Parar un segundo, mirar y valorar lo que me rodea y desde luego poner remedio rápido a aquello que me mete el dedo en el ojo, no dejar que se alargue más de lo necesario restando la oportunidad de disfrutar de otras cosas mientras esperamos a que se diluya, en definitiva vivir.
Diría que, de todos los aspectos de mi vida, el amoroso es en el que mas la cago en este sentido. Dilato en exceso, no me gusta pecar de pesada y se me escapan las oportunidades. Si esto fuera poco me anclo y me cuesta pasar a otra página mas de lo que me gustaría. Supongo que es por mi manía de fijar el piñón, pero esto también lo trabajo y confío en tenerlo resuelto muy pronto.
Cuando se quiere algo hay que ir a por ello con ganas y energía hasta conseguirlo. Pero si al final no responde como quisiéramos, cambiar el piñón para seguir adelante porque, esto no es un ensayo general señores, esto es la vida

lunes, 17 de diciembre de 2012

Sin noticias de Gurb


No, no es que vaya a vestirme de Conde Duque de Olivares ni dejarme arrollar por el autobus 17 Barceloneta-Vall D'Hebron.
Una amiga muy lista que hace tiempo, con la que estaba cayendo, logró sacarme una sonrisa con este libro, me lanzó hace unos días la siguiente reflexión: "me niego a ver como algo normal que la gente desaparezca de nuestras vidas sin al menos una despedida".
En según qué contextos hemos normalizado las idas y venidas de la gente sin saludos ni despedidas. Desde luego lanzada la idea al aire es una descortesía inaceptable, pero seguro que todos lo hemos hecho alguna vez y desde luego nos hemos encontrado en nuestro particular Muelle de San Blas esperando a alguien que no tenía intención de volver.
Yo, cada vez espero menos, es más, ya casi no espero nunca, pero esta idea de lo que ha servido, sobre todo, es para plantearme actuar en consecuencia, total, qué me cuesta lanzar un "espero que vaya bien, mucha suerte".....pues eso, que no cuesta nada.

martes, 11 de diciembre de 2012

Son dos años Nuria

Eso me dijo la gran Casalins, que por desgracia sabía de esto. Me aferré a esos dos años como una garrapata. No importaba cuanto, sólo saber cuándo. Cuándo volvería la normalidad, cuándo volvería a ilusionarme por las cosas sin que las buenas noticias se llenaran de lágrimas por no poder compartirlas en primera instancia con la persona que siempre se había encargado de difundirlas y de hacerlas reales.
Ahora dos años después, años raros, de comportamientos extraños, de excesos y defectos, de épocas tranquilas y de gran cinismo, supongo que propio del descubrimiento de Matrix “así que... en esto consiste?”; ahora que el deadline ha llegado, el dolor que tanto me asustaba sentir es lo que más me asusta perder. Ese dolor que te mantiene cerca, el que no permite que te alejes, al que se aferra mi recuerdo. Temo que si alguna vez dejara de doler significaría que he dejado de recordar y eso si me aterra.
Igual es a esto, querida amiga, a lo que te referías, dos años para asumir, ahora toca construir. Ahora entiendo, ahora me siento preparada para hacerlo sin sentir prisa por huir de la realidad, pintándola del color que me guste, pero sin ocultarla porque no es mi enemiga, dos años he tardado en comprender, nunca fui especialmente espabilada para estas cosas.
Me seguirá matando la nostalgia, pero ahora siento ganas, ganas de llorarme a moco tendido las buenas noticias, ganas de ver qué pasa ahora, ganas de reír, de vivir, de enamorarme, de cumplir años y celebrarlo por todo lo alto, porque también en eso consiste la vida.
Se que nunca te gustó molestar, pecabas de exceso en este sentido, y se lo mucho que hubieses sufrido si hubieses visto el resultado de tu marcha sobre nosotros, ya lo intuías y eso te hacía sufrir más que el dolor. Yo por mi parte, haré lo que esté en mi mano para honrarte de la mejor de las maneras posibles, seré feliz, porque tengo claro que es lo que más deseabas. Estos dos años te hubiesen quitado el sueño, como cada vez que percibías algo raro en nuestro comportamiento, y te hacía pensar que algo no iba bien, pero con gran discreción analizabas desde fuera para que no se notara que ibas a actuar.
Gracias por haber estado tan cerca siempre, y perdona por los desvelos, pero tranquila, porque voy a ser feliz, y porque aprendí, de la mejor maestra, a cuidar de mi misma.

(Esto es de hace unos meses. Me apetecía que fuese el primero, tras el piloto del comienzo, porque está en el origen del título del blog y porque me sirve de homenaje a quien fue lo mas importante)