Los mas leídos...cada uno sus motivos

jueves, 25 de septiembre de 2014

Mamá me pongo a trabajar porque si me apetece un cuerno de chocolate, me lo compro (Reposición para ella)

Así de básica y contundente, tras años de esperar ocasiones especiales y visitas para abrir el surtido de galletas de chocolate, cuya visión ejercía de campanilla pavloviana para los cuatro niños y no tan niños que esperaban ansiosos, salivando, el momento de ver desprecintar aquel tesoro.
Eran tiempos difíciles y aquellos muchachos y no tan muchachos, aunque no podían evitar el ramalazo infantil de querer lo que se desea al margen de toda razón,eran conscientes de que había que callar y arrimar el hombro.
Aprendieron pronto, demasiado pronto, que el serrín es terrible cuando entra por la nariz, pero que rellena muñecas de trapo que sonríen aun cuando se les está clavando una aguja.
Después fueron las pinzas, esas endemoniadas que despellejaban los dedos y los llenaban de padrastros, contar, unir, colocar para introducir los muelles en aquellas bases de metal macizo con piezas soldadas, que nada tenían que ver la una con la otra, y que seguramente habían sido ideadas y construidas por algún pseudo-ingeniero frustrado y sin recursos cuya genialidad era despreciada por una sociedad incapaz de dar cabida a su 'arte'... Eran miles, y no se podía bajar a jugar hasta que se acabaran, eran tiempos difíciles y todos lo sabían, así que no dudaban en decir a sus amigos que bajarían más tarde mientras miraban mordiéndose el labio inferior, como sus amigos se iban con el balón bajo el brazo.
Así de básica y contundente fue esa muchacha que tuvo muy claro lo que había y lo que debía hacer. Tan morena que podría pasar por india, lista y con notas estupendas en los primeros años de instituto que mantuvo hasta el final de la carrera. Sabía que tenía que salir de la cadena de montaje casera y buscar fuera la mejor manera de hacer aquellas cosas que deseaba. Eran tiempos difíciles y esta niña no tan niña abría las puertas de lo posible, que todos, poco a poco fueron atravesando con mejor que peor suerte.
Años después, no hay reproches, resquemores, ni traumas solo recuerdos cargados de ternura, comprensión y nostalgia, eran tiempos difíciles y todos sabían lo que tocaba; años después distando mucho de ser niños aún recuerdan cuando se juntan y ríen levantando las cejas al comparar con sus hijos y sobrinos que, afortunadamente, nunca sabrán lo mucho que pica el serrín en los ojos 


Reposición para la mejor hermana posible, aunque no sepa de este espacio, porta el mismo cariño... Feliz cumpleaños!

lunes, 15 de septiembre de 2014

Cuarto 15 de septiembre...

Cuando llegan estas fechas, inevitablemente, me vuelvo taciturna, sobrellevo retorcimiento visceral reconocible, callo de más y me repliego discretamente, para no dar lugar a las preguntas que subsano y evito responder usando el socorrido "será el síndrome post-vacacional" que acompaño con una sonrisa tranquilizadora, y que tan bien me ha venido estos últimos 4 años... en realidad 3, el primero nadie preguntó.
Han pasado ya 4 años. 4 años de sensaciones que han ido mutando y condicionando mi forma de ver el mundo. Es curioso como en nuestra vida casi todo evoluciona hacia estadios que nos sorprenderían, del mismo modo que ocurre con las relaciones personales.
Recuerdo con ternura la nuestra. En principio, claro, basada en el amor por su parte y la necesidad mas básica y absoluta por la mía. Poco a poco pasaría a ser lo mas importante de mi vida, mi guía, mi punto de referencia, justo antes de que yo entrase en esa extraña y beligerante edad que la convirtió en mi mayor enemiga. Qué edad tan fascinante, tonta y afortunadamente pasajera. 
Mi primer momento de madurez nos llevó a la complicidad, a una visión más humana y real de su persona, sin endiosamientos ni odios, fue en ese momento en el que descubrí a la Mujer, al margen de parentescos. Conocí la vida de alguien a quien había mirado siempre como si no supiese, ni remotamente, lo que significaba vivir para sí misma de un modo pleno..., qué afortunadamente equivocada estaba.
Pocos años después cuando menos la necesitaba y mas cerca la quería, se dio ese periodo maravilloso, que duró lo que la naturaleza, rotunda, decidió. Me miraba como una igual, con serenidad y cierto orgullo. Poco a poco dejaba de ser la persona poderosa y reguladora, mostrándome a alguien mas real, tierna y cargada de emociones de mujer similares a las que yo sentía. En ese momento descubrí una profunda admiración hacia la gran mujer que tenía delante de las narices y no había sido capaz de identificar durante tantos años. Era tan afortunada y estaba tan orgullosa que disfruté, lo que el tiempo me concedió, de aquella fascinante mujer que siempre mantuvo su base de nuestra relación en el más desinteresado amor.
Hoy vuelvo a sentir raro, a tragarme las ganas entender en qué consiste esto y procurar aceptar según qué cosas sin más, por mucho que me joda.
Hoy, como cada día, vuelvo a echarte tanto de menos, quizás un poquito mas por ser hoy.
Hoy se me permita estar un poco cabreada con el mundo, ya mañana paso a otro estadio, pero es que hoy me cuesta un poco ver el sol. 


jueves, 11 de septiembre de 2014

Volviendo a la jungla

Vaya, vaya, vaya… de nuevo vuelta a la rutina, a los atascos, a los espacios grises, las caras somnolientas y los resoplidos propios de septiembre que recuerdan aun fresquito días mejores, a calendarios con fotos de hojas que caen, horarios de tarde y comidas en tupper, a ojos que buscan inútilmente lo que allí es impensable mientras se preguntan quién demonios les habrá engañado para volver.
Vuelta a los papeles encima de la mesa, del teclado, del teléfono, de cualquier espacio libre, eso sí, sin una triste nota informando sobre la procedencia, el motivo o el personaje humano, o no, que haya tenido a bien dejarlo...,ya si eso adivinas...,mmmm...,puestos a adivinar les aseguro que los números del Euromillón están los primeros de mi lista, así igual me libro de estos seres invisibles y en un derroche de habilidades mágicas les hago desaparecer de mi vida.
Vuelta a los correos absurdos, repetitivos, con copias intencionadas, de esos que fruncen ceño, que levantan cejas y a mis favoritos: vuelta a los correos boomerang. Los que demuestran lo absurdo del desarrollo de muchos temas en empresas grandes, donde todo está tan fragmentado que, la imposibilidad de gestionar la comunicación, genera grietas maltapadas por los famosos: “pero eso..., eso no es de mi competencia”, “no es responsabilidad de este departamento”, “no me connnnnssssta” .... Qué grandes!!! Estas fórmulas tan propias son la base del correo boomerang.  Para muestra un botón: mi correo era  una consulta sencilla, clara y directa a un compañero, hace tiempo limité los correos enrevesados a los amigos y conocidos a los que añadir verborrea innecesaria y algún que otro chascarrillo. Apenas unas horas después y muchos despistados y bienintencionados en el camino, recibí el mismo correo, desde Holanda donde me preguntaban, en un inglés impecable, si podía ayudar con la consulta. Este correo encadenaba personajes que brillantemente remitían el tema a otros departamentos y países de manera que mi solicitud, muy viajada,  había retornado a mí porque algún lumbreras que decidió no leer la infumable ristra de blablablerío, no le culpo, pensó que yo era la persona adecuada para resolver mi problema. Eso o que se había tragado un libro de autoayuda  y lo quería aplicar mostrándome el camino,” toda solución parte de ti” sería un título apropiado en este caso.
Es común en estas empresas la figura del “Ente”, que nadie sabe muy bien quién es, pero que parece ser quien debería hacer las cosas que nadie sabe quién hace, el famoso, “alguien se encarga de…,””el que haga...”, temas que finalmente acaban, por algún extraño motivo en nuestro buzón.
Este  es también el único responsable de todo, eliminando así las responsabilidades de los que pudiesen ser más visibles. Ponen a prueba nihilismos y fuerzan a creer en seres especiales, aparentemente sin cuerpo, que mueven los hilos y son responsables de todas las medidas desagradables que se toman, la falta de recursos o de la pérdida total de acción en temas básicos que nos hacen a todos ir de c...cabeza. Alguien me hablo una vez de enanos verdes, bastante cabroncetes, que se metían en su televisor y hacían que fallase cada día, me da que estas empresas están infestadas y que se lo pasan pipa chinchando a todo el mundo y volviendo locos a los que intentamos sacar adelante aquello que nos dicen sin tener muy claro el fin.

Por lo demás, bien gracias, los madrugones y el café a medio terminar para salir corriendo me devuelven día a día a la realidad, de la que planeo huir el día menos pensado, hasta entonces lo tomaré con humor, algo bueno habrá, digo yo…