En días como hoy me doy cuenta de lo mal que gestiono eso de hacerme mayor.
No es que me siente mal, al contrario, es que tengo la impresión de que no se me da bien.
Aun se me da mal, después de tres años, asumir que en esto consiste.
Que los días en ocasiones van lentos, las meses corren y los años vuelan, demostrando que el dolor no siempre entiende de tiempos como nos gustaría.
Se me da mal seguir adelante con la madurez que mi edad exige, cuando lo único que noto desde entonces es que me cuesta un poquito más respirar.
Se me da mal no tener un punto de reproche por haberte ido cuando ''menos'' te necesitaba y mas cerca te quería. Cuando aun tenías tanto que enseñarme.
En días como hoy me doy cuenta de lo poco que me importan demasiadas cosas que me deberían importar.
Hoy no decido yo, hoy decide el recuerdo, la nostalgia y la loseta que parece no querer moverse de mis pulmones y que impide, desde ya hace tres años, que puedan llenarse del todo.
Hoy solo noto que me cuesta un poquito mas respirar. Aunque siga adelante, aunque dentro de unas horas esté con amigos sonriendo con una cerveza en la mano y fingiendo que en días como hoy no te echo tanto de menos
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Más que fingir hay que acomodar...al final (y banalizándolo) esos sentimientos son como unos zapatos...siempre (o casi siempre) los llevas puestos.
ResponderEliminarYa, entiendo la normalización como concepto, y en ello estoy, aunque en este caso los zapatos me aprietan de más, ya daré con la talla :)
EliminarEs complejo, a ver...
ResponderEliminarHay dos cosas que no entiendo, no sé a qué llamas hacerse mayor, pero más abajo cuentas una historia de dolor que parece alejada de 'hacerse mayor'. ¿Cómo explicarlo? Creo que todas (sí, todas) las historias de amor perdido tienen un final natural, el tiempo borra absolutamente todo, a menos que nos quedemos en una posición melanco de disfrutar del dolor, una posición adolescente, por cierto.
Claro, desde afuera parece fácil decirlo, no es lo mismo que vivirlo, ¿pero tú crees que yo o la mayoría de las personas no lo atravesamos? Hay que para de regodearse en el dolor, la salida está ahí, en principio depende de uno mismo buscarla.
Con respeto, con cariño...
Un beso grande.
HD
No, no hablo de mal de amores ( que no malos amores, no seré yo quien trate al amor de malo :) ). Eso lo supero con bastante equilibrio, puede dolerme pero entiendo que son cosas que pasan y se pasan. No soy amiga de dramas, no me pegan nada, y probablemente los pocos que conceda se queden aquí, en este espacio. No me regodeo en dolores, mas bien casi huyo de ellos, si cabe mas infantil.
EliminarLo que me cuesta, mas de lo que desearía, es la muerte de mi madre, el gran amor de mi vida. Se que la muerte es tan natural como la propia vida y que la madurez debería haberme enseñado a asumir y encajar mejor su continua presencia. Asumo pues con estoicismo lo que mi organismo no gestiona bien haciendo que, como digo, desde entonces me cueste un poquito mas respirar, pero sabiendo que solo he de dejar que el tiempo haga su labor.
Gracias por tus palabras.
Un gran beso Humberto
Perdóname, no he sabido entender entre amores y el Amor. Soy un asno.
EliminarMás besos.
Nada hay que perdonar, estaría bueno. Asno? Seguro qué eres muchas cosas, pero ni remotamente un asno genial Humberto .
EliminarVeo tus besos y subo unos más
Con respecto a eso de crecer y madurar... Siempre que me dicen que soy un inmaduro, respondo lo mismo: "Ya fui maduro por mucho tiempo... ¡Y no me gustó para nada".
ResponderEliminarJajaja muy buena respuesta, bien por ti que no haces lo que no te gusta! Me pregunto quién decide qué actos son maduros y las bondades de la madurez. Igual, en algunos casos su ausencia podría ser considerada una virtud... siempre hay un momento para todo, no?
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